La Palabra y el Hombre explora importantes filones del arte en su número 11

Por Celia Álvarez

El arte, que ha sido y es una de las vocaciones primordiales de la revista representativa de la Universidad Veracruzana (UV), La Palabra y el Hombre, adquiere preponderancia en las páginas del número 11 de esta publicación, que en su Tercera Época alcanza una presencia cada vez mayor en el ámbito estatal y nacional e inclusive trasciende nuestras fronteras, bajo la dirección del maestro Mario Muñoz.


Dos poemas originales y un par de traducciones del inglés realizadas por el poeta y traductor veracruzano José Luis Rivas, recién galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, aparecen en el número inicial de 2010, junto con un comentario del editor Jesús Guerrero, quien aborda la obra de Rivas destacando “su particular expresión, los nuevos aires que le ha otorgado a la idea de la tierra original, al mar, las riberas, las islas, los puertos, el Caribe, los piratas, la nostalgia, la infancia”.


En otro filón de la expresión artística, Fernando N. Winfield y Leticia Mora Perdomo comparten una conversación con el arquitecto y creador plástico Enrique Murillo, una de cuyas obras gráficas aparece en la portada del volumen, que en sus páginas centrales muestra algunos de los logros arquitectónicos del connotado artista, lo mismo en edificios a gran escala que en viviendas donde el espacio intimista constituye una experiencia irrepetible.


Otro significativo aporte a las artes en este número de La Palabra y el Hombre es la colaboración de Sixto Rodríguez Hernández sobre la obra Los fusilamientos del 3 de mayo, del pintor y grabador español Francisco de Goya (1746-1828), donde el académico del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV dilucida las circunstancias históricas que rodearon a la creación de este lienzo que expresa los horrores de la guerra.


Por los caminos de la literatura encontramos en estas páginas una selección de textos que incluye, entre otros, un ensayo crítico de Arturo E. García Niño sobre dos novelas del sureste mexicano: Península, península, de Hernán Lara Zavala, y Nómadas del sur, del quintanarroense Raúl Arístides, así como varios poemas del español Juan Vicente Piqueras, en tanto que Samuel Gordon aborda la obra de Enriqueta Ochoa, una de las más importantes poetas mexicanas del siglo XX.


El lector también hallará un relato del colombiano Jaime Romero Sampayo, un ensayo de Rafael Toriz donde el talentoso joven revisita la figura del autor para entrever los dispositivos, las funciones discursivas y las condiciones de producción, reproducción y distribución de ciertos productos culturales —en este caso los que atañen a la literatura— en el contexto globalizatorio que campea en las relaciones entre autor, obra y receptores; y un texto de Ana Valderrama sobre la novela de Goran Petrovic Atlas descrito desde el cielo.



La sección “Estado y Sociedad” toma un sesgo volcado hacia la psique al conjuntar un texto de Jorge Sánchez Mejorada en el que se resaltan las contribuciones del doctor Rafael Velasco Fernández a los campos de la psiquiatría, la salud mental y la prevención del consumo de drogas en nuestro país, y un ensayo de Juan Capetillo Hernández sobre el impacto del psicoanálisis en México desde su arribo en la década de 1920 y su evolución como técnica científica a favor de nuevos modos de ampliar el conocimiento de la realidad.


Para finalizar, la sección Miscelánea incluye varias reseñas de libros, entre ellos Cuéntame lo que me pasa, tercer título del escritor veracruzano Agustín del Moral, coeditado por la UV y Ficticia; Cosmos, de Witold Gombrowicz, espléndidamente comentado por Mario Muñoz; dos antologías de documentos y un volumen colectivo de ensayos sobre la guerra de Independencia en Veracruz; un elogio de Javier Ahumada a los Papeles inesperados de Julio Cortázar, y un texto de Carlos Velasco sobre la Antología de obras dramáticas de María Luisa Algarra, editada por la UV. En la última página, el conocido crítico de cine, periodista y académico Raciel Martínez efectúa un interesante análisis de la película Arrástrame al infierno, del director Sam Raimi.


El número 11 de La Palabra y el Hombre y las ediciones anteriores de esta importante publicación de la UV pueden ser adquiridas en la Feria Permanente del Libro Universitario, ubicada en Hidalgo 9; en el Servicio Bibliográfico Universitario de Xalapeños Ilustres 37, en la Facultad de Letras Españolas de la UV, las vicerrectorías, librerías comerciales, puestos de periódicos y revistas de la ciudad, así como en Samborn’s. Para mayores informes, en el correo lapalabrayelhombre@uv.mx y la página electrónica www.uv.mx/lapalabrayelhombre. Y aquellas personas interesadas en conocer más sobre las novedades editoriales de la UV pueden consultar la página www.uv.mx/corre, y escuchar todos los martes, de 18:00 a 19:00 horas, el programa Oye, lee y dile, que transmite Radio Universidad Veracruzana en el 1550 AM.

Nueva publicación de la UV revela importante papel de la Inquisición en Veracruz

Por Celia Álvarez

Creado por los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, para perseguir a quienes renegaban de la fe cristiana en una época en que las diferencias de religión lo eran también políticas y, por tanto, ponían en peligro el poder de la realeza, el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición existió en la Nueva España desde el año 1522 —aunque fue instaurado formalmente en 1571— y permaneció en funciones hasta 1820, ejerciendo una siniestra vigilancia sobre las creencias y costumbres de los súbditos e imponiendo castigos que iban desde obligar a los inculpados a desdecirse públicamente de afirmaciones “inadecuadas” hasta quemarlos vivos en una hoguera.

Lo que hasta el momento se conoce sobre las actividades de la Inquisición en las provincias del Veracruz colonial corresponde sobre todo a la ciudad de Veracruz, sucediéndole —no en orden de importancia— Córdoba, Orizaba, Perote, Xalapa y, en frecuencia menor de casos y asuntos, Pánuco, Tamiahua, Coatzacoalcos y la región del Papaloapan: Alvarado, Tlacotalpan, Cosamaloapan y Chacaltianguis, entre otras poblaciones, según la documentación que permanece albergada en el Archivo General de la Nación y cuyo grueso parece interminable, aunque se sabe que toda la información sobre el particular está contenida en mil 555 tomos más 56 cajas.

Un exhaustivo trabajo de investigación documental realizado por José Manuel López Mora dio origen al libro intitulado La Inquisición en Veracruz. Catálogo de documentos novohispanos en el Archivo General de la Nación, publicado por la Universidad Veracruzana (UV) como parte de su colección Rescate y cuyo objetivo es dar conocer un aspecto muy específico de la vida veracruzana que prácticamente no había sido abordado y que, afirma el egresado de la Facultad de Letras de nuestra máxima casa de estudios, probablemente no se acerca a la idea general que se tiene del estado, lo cual hace esta obra aún más interesante.

El libro constituye una síntesis de las actividades que, de manera secuencial y obligada, suponía toda causa inquisitorial que los calificadores del Santo Oficio presentaran al Tribunal, mismo que supervisó durante tres siglos en territorio colonial veracruzano lo relativo a impresos, solicitudes y permisos de libros u objetos, la visita de naos, los nombramientos para funcionarios, familiares o auxiliares de la Inquisición —con su correspondiente limpieza de linaje— y licencias para leer libros “prohibidos”, entre otros pormenores, abarcando cada proceso desde la denuncia y las declaraciones de los testigos y del acusado, con su respectiva ratificación o reconvención, hasta la calificación por parte de los Señores Inquisidores y la sentencia, que podía implicar castigos más o menos severos o la muerte.

El rescate de este archivo implicó una cuidadosa revisión de los centenares de volúmenes investigados, merced a las precauciones que deben tomarse para manipular tan antiguos pliegos —invirtiendo el autor más de un año tan sólo para la búsqueda de la documentación sobre el territorio veracruzano—, y ofrece al lector una amplia perspectiva sobre las denuncias y testificaciones que tuvieron lugar tanto en la ciudad de Veracruz como en Orizaba, Córdoba, Perote y Xalapa. Su contenido resulta útil para el análisis regional y local sobre la historia, lengua, literatura, geografía y sociedad, de acuerdo con los intereses de cada investigador, y permitirá incrementar los estudios veracruzanos basados en archivos históricos.

La contextualización geográfico-religiosa de esta novedad editorial de la UV permite visualizar con precisión cuál fue el terreno en el que actuó la Inquisición por medio de sus representantes o comisarios, y el tiempo y lugar de los documentos novohispanos muestra, aparte de la importancia de un legado sociopolítico, la herencia lingüística tanto de la región colonial veracruzana como de la Nueva España en general, pudiendo percatarse el lector tanto de la evolución y asimilación de la lengua, como de la expansión territorial y la clasificación social en castas.

La Inquisición en Veracruz. Catálogo de documentos novohispanos en el Archivo General de la Nación, obra que propicia el conocimiento de aspectos poco difundidos sobre el legado histórico, lingüístico y social que conforma el actual territorio veracruzano, se puede adquirir en la Feria Permanente del Libro Universitario, de Hidalgo 9; en el Servicio Bibliográfico Universitario de Xalapeños Ilustres 37 y en las librerías La Rueca de Gandhi, de Úrsulo Galván 65; Árbol de Lectura, de Xalapeños Ilustres 51, y LIBRHeras, de Xalapeños Ilustres 44. Y aquellas personas interesadas en conocer las novedades editoriales de la UV pueden consultar la página www.uv.mx/corre y escuchar los martes, de 18:00 a 19:00 horas, el programa Oye, lee y dile, que transmite Radio Universidad Veracruzana en el 1550 AM.

Los docentes, entre el placer y el sufrimiento, nuevo libro de la UV

La importancia de la dimensión psíquica para mantener el vínculo didáctico

Por Celia Álvarez

¿Conoce usted a algún maestro que haya deseado asesinar a uno de sus alumnos... o viceversa? En 1914, Sigmund Freud comentó en el texto “Sobre la psicología del escolar” que la adquisición de conocimientos está íntimamente ligada al tipo de nexo (amor-odio) que el educando mantiene con su profesor, mismo que —afirmó el “padre del psicoanálisis”— reproduciría la relación del niño con su progenitor, de tal manera que los sentimientos de admiración y hostilidad dirigidos al padre se reactualizarían en la convivencia con el educador. Como la vida misma, la docencia transcurre, pues, entre el placer y el sufrimiento.


A lo largo de varias décadas de investigación, la catedrática francesa Claudine Blanchard-Laville ha percibido que el vínculo didáctico está repleto de malentendidos (de una y otra parte), que existen sin que el docente lo note de manera consciente, en especial en lo que respecta a la transmisión del saber y a las modalidades de la relación con los alumnos. Por ello, confiando en los descubrimientos de Freud y sus sucesores, y con base en su propia experiencia profesional, se ha dado a la tarea de analizar los fenómenos involuntarios que se presentan en el oficio de la enseñanza y a utilizar los conocimientos procedentes del psicoanálisis para iluminar las dimensiones inconscientes de la relación pedagógica.


El resultado de esta labor de Blanchard-Laville —quien ha desarrollado innovadores métodos de investigación e intervención clínica de orientación psicoanalítica en el ámbito de la enseñanza— está explicado al detalle en las páginas del libro Los docentes, entre el placer y el sufrimiento, trasladado por primera vez a nuestro idioma por el profesor español José Luis Atienza en reciente coedición de la Universidad Veracruzana y la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, donde la autora ofrece un análisis de la problemática, sus posibles orígenes y efectos en la vida cotidiana de docentes y alumnos, al tiempo que plantea diversos mecanismos para encontrar vías de solución que permitan un acercamiento y, por ende, un mayor disfrute de la relación educador-educando, de tal modo que ésta resulte fructífera para ambos.



A través del relato de sus descubrimientos, objetivos y convicciones, y mediante el análisis de su propia historia como alumna, educadora e investigadora —tarea que le ha permitido efectuar prácticas con grupos de docentes y estudiantes a lo largo de 20 años—, Claudine Blanchard propone recuperar el gusto y la importancia del vínculo maestro-alumno, disminuir la vivencia de esos “fantasmas” o factores inconscientes de desunión que lo dificultan y motivar una reflexión dirigida a transformar la práctica de esta profesión que se ha tornado cada vez más difícil, llegando a provocar estrés y angustia a quienes la han elegido como camino de vida.


En resumen, Claudine Blanchard-Laville permite entrever, a través del análisis de las conductas y los afectos, el continente oculto del psiquismo inconsciente, descifrar los “bloqueos”, las inhibiciones y pasiones que entraña el vínculo maestro-alumno, identificar los mecanismos estructurales inherentes a la situación de la enseñanza y abordar el sufrimiento psíquico profesional de éstos, con la intención de lograr un cambio beneficioso para todos, en una excelente obra dirigida a los docentes y sus formadores, así como a los investigadores de otros campos deseosos de ahondar en la materia.


El libro Los docentes, entre el placer y el sufrimiento, que pretende convencer al lector de la importancia de la dimensión psíquica para comprender cómo se instaura y se mantiene el vínculo didáctico, se puede adquirir en el Servicio Bibliográfico Universitario ubicado en Xalapeños Ilustres número 37, en la Feria Permanente del Libro Universitario, de Hidalgo 9, y en librerías comerciales de la ciudad. Aquellas personas interesadas en conocer más sobre las novedades editoriales de la UV pueden consultar la página www.uv.mx/corre y escuchar los martes, de 18:00 a 19:00 horas, el programa Oye, lee y dile, que transmite Radio UV en el 1550 AM.